martes, 22 de febrero de 2011

UNIDAD 3 “Estrategias Tecnológicas”



ESTRATEGIA TECNOLÓGICA
  Debido al poder del cambio tecnológico para influir en la estructura del sector industrial y la ventaja competitiva, la estrategia tecnológica es una componente fundamental de la estrategia competitiva de una empresa. El concepto de estrategia tecnológica es más amplio que el de investigación y desarrollo tradicional. Comprende no sólo la investigación y desarrollo de nuevos productos y procesos, sino que su acción debe extenderse a todas las funciones o subsistemas de las empresas. En bastantes sectores durante los últimos años, el impacto del cambio tecnológico fue mayor en los departamentos comercial y de sistemas de información, por ejemplo, que en el departamento de fabricación o producción en sentido estricto.

La estrategia tecnológica implica la definición de un conjunto de procesos de gestión específicos adaptados a la tecnología de que se trate para identificar, evaluar, seleccionar, adquirir, asimilar y utilizar eficientemente, procesos que no terminan cuando ésta es adquirida e incorporada a los proyectos que se ejecuten. Generalmente, es necesario evaluar su uso o proceder a optimizaciones de la misma. En algún momento hay que tomar la decisión de retirarla por obsolescencia u otros motivos.

La Gestión Tecnológica es conocimiento y es una práctica. Es un sistema de conocimientos y prácticas relacionados con los procesos de creación, desarrollo, transferencia y uso de la tecnología. Algunos conciben este sistema como "una colección de métodos sistemáticos para la gestión de procesos de aplicación de conocimientos, extender el rango de actividades humanas y producir bienes y servicios" (Kanz and Lam, 1996). Mientras otros, como el Nacional Research Council (NRC) de Estados Unidos, lo considera integrado por los conocimientos de " ingeniería, ciencias y disciplinas del área de gestión, para planear, desarrollar e implementar capacidades tecnológicas en el diseño y el logro de los objetivos estratégicos y operacionales de una organización" (Khalil, 1998). Es un sistema de conocimientos o región de conocimientos, en los términos que plantea Mario Díaz (1995) la organización del conocimiento; constituido por conceptos y proposiciones sobre relaciones entre estos conceptos, modelos y teorías sobre los procesos de toma de decisiones y ejecución de acciones relacionados con las tecnologías, en organizaciones, empresas, países y regiones.

Los procesos objeto de estudio de la gestión tecnológica, en tantos procesos sociales, son procesos complejos, multidimensionales, inseparables de su contexto y de la globalidad de los procesos sociales; y, por tanto, sus estados y características involucran dimensiones históricas, económicas y sociológicas. Si bien ellos han sido considerados bajo ángulos y perspectivas distintas por disciplinas como la historia, la economía, la sociología y la psicología, cada una con su enfoque particular y sin pretensión alguna de una explicación total, es la gestión tecnológica, como región de saberes y un campo de conocimiento transdisciplinario, la que conjuga y relaciona es-tos saberes parcelados, mediante su recomposición y recontextualización, para construir una mejor visión que incorpora la totalidad de características del proceso.
Medios electrónicos aplicados a la gestión tecnológica y a gestión del conocimiento
Las claves para el análisis de la relación entre la educación y los medios parecen ocultarse en las respuestas a algunas preguntas significativas: ¿Qué significa hoy conocer? ¿Qué significa gestionar el conocimiento? ¿Están los padres, las familias y los profesores preparados para ser unos mediadores competentes que hagan posible que los niños puedan aprovechar al máximo las posibilidades que ofrecen los medios?
La educación necesita dar respuesta a los desafíos que surgen: las nuevas formas de conocer; la creciente complejidad social, caracterizada por la contradicción y la incertidumbre; la globalización y la cultura mediática con las que debe compartir su espacio tradicional.
Mientras que la tradición escolar ha identificado el conocimiento con la acumulación de saberes ordenados, clasificados y jerarquizados, hoy sabemos que el conocimiento se construye individualmente, que el aprendizaje es una actividad intencional, y que, por tanto, depende de la voluntad y de la predisposición para participar del proceso de enseñanza–aprendizaje.
La revisión de los conceptos de enseñanza como mera transmisión de conocimientos, y de aprendizaje como receptividad pasiva de la información transmitida, propone la aparición de la idea de gestión del conocimiento, entendida en el sentido de saber cómo acceder a las informaciones necesarias, seleccionarlas, articularlas y aplicarlas a un determinado objetivo.
Tal definición lleva implícito el nuevo papel que los medios están jugando en la educación, convirtiéndose, de transmisores de información, en contenedores de una parte de los conocimientos. Ese nuevo rol no es una disfunción del proceso educativo, sino un síntoma del cambio de ese proceso.
El desafío al que comunicadores y educadores deben hacer frente es al del atrincheramiento en miedos y prejuicios. La integración de los medios como parte del proceso de enseñanza–aprendizaje y el análisis conjunto de las cuestiones que tienen que ver con la formación de los ciudadanos, pueden ser la vía de superación de estériles y obsoletos desencuentros.
La revolución cognitiva. Delacôte plantea una idea clave: hay que dar prioridad al desarrollo de las aptitudes cognitivas de orden superior de los que aprenden. Estas aptitudes pueden agruparse en tres grandes categorías: el conocimiento profundizado de cierta esfera del saber, la comprensión de las condiciones en las cuales se puede utilizar ese saber, y, por fin, la facultad de control y de dirección metacognitiva. “Es decir, la enseñanza debe tener un contenido, el saber debe poder utilizarse para resolver problemas incluso en situaciones nuevas no exploradas, y, por último, un individuo debe tener el control consciente y voluntario de sus propios procesos cognitivos, de sus razonamientos, de la manera en que aprende, de lo que ocurre en su memoria y del modo en que puede robustecer su funcionamiento para mejorar los resultados” La tercera de las revoluciones está propiciada por las dos anteriores, y es la que exige un cambio en la gestión de los sistemas educativos.
Aunque hoy nadie discute que nos hallamos en la sociedad del conocimiento, podemos encontrar serias divergencias a la hora de analizar y de evaluar sus características. La complejidad que implica un concepto tan profundo y dinámico como “sociedad del conocimiento” ha entrado en conflicto con un sistema educativo anclado en otros parámetros.
Ese nuevo modo de acceder al conocimiento pone en cuestión gran parte de las bases sobre las que se ha asentado muestro sistema educativo. Para empezar, ha entrado en crisis la idea de que existe un saber constituido, y que basta la transmisión de la información de profesor a alumno para que tenga sentido la enseñanza. Sabemos que el conocimiento se construye individualmente y que la información no tiene sentido para una persona si no está predispuesta a recibirla y a integrarla en su propia red de experiencias cognitivas. Esa predisposición es muy importante para la distinción de los conceptos de enseñanza y aprendizaje, ya que este último se define por una característica clave: es una actividad intencional. La autonomía del aprendizaje se define como “la capacidad del alumno para escoger y para utilizar por sí mismo los recursos puestos a su disposición con el fin de definir su proyecto, de trazar su itinerario, de apropiarse del saber y del saber-hacer y de evaluar sus conocimientos adquiridos”. En el aprendizaje el alumno decide sus objetivos y los caminos para lograrlos mediante iniciativas propias, mientras que en la enseñanza es el profesor quien establece las pautas de acceso al conocimiento. Por desgracia ambos conceptos se han visto enfrentados en la práctica, ya que las libres iniciativas de los alumnos (aprendizaje) han sido contempladas como una distorsión, o incluso como una amenaza para los conocimientos impartidos por el profesor.
Que son estrategias tecnológicas
La estrategia tecnológica consiste en políticas, planes y procedimientos para adquirir conocimientos y habilidades, administrar esos conocimientos al interior de la organización y explotarlos para obtener utilidades.
La tecnología es la competencia clave de una organización, por ello, en el corazón de la planeación tecnológica está el diseño de la estrategia tecnológica y la cuantificación de recursos para su instrumentación.
La estrategia tecnológica de una organización será tan adecuada como la calidad del análisis en que se fundamente la decisión.
La estrategia tecnológica es el aspecto de la estrategia relacionada con la explotación, mantenimiento y desarrollo de los conocimientos y la organización.
 

Ventajas  de Estrategias Tecnológicas
Serían estrategias tecnológicas aquellas con potencial para un impacto significativo en la empresa durante el futuro. Y eso debido a factores como el alto potencial disruptivo, la necesidad de inversiones o el riesgo que supondría una adopción tardía. O dicho de otro modo, actividades que debería programar cualquier empresa u organización según una planificación estratégica de sus recursos tecnológicos y, diría que, en el contexto actual de la web 2.0,  de marketing y “socialización”.
La Estrategia de Tecnología de la doctrina implica a un país con su ventaja en la tecnología para crear y desplegar armas de poder suficiente y los números con el fin de intimidar a sus oponentes, lo que obliga a gastar sus limitados recursos en el desarrollo de alta tecnología de las contramedidas y el esfuerzo de su economía.
El acceso a la tecnología mejora la educación. La Internet crea oportunidades para las comunidades a distancia para el intercambio de conocimientos con los lugares poblados. Por ejemplo, el Alice Springs Escuela del Aire en Australia se basa en la tecnología de satélite para enseñar a los niños en comunidades remotas. Estos son a menudo las comunidades aborígenes que sufren desventaja. La escuela da a estos niños el acceso a educación de alta calidad y oportunidades para el desarrollo profesional futuro.
La tecnología es tan popular y rentable económicamente que sus ventajas se publican con regularidad. Estos incluyen su capacidad para mejorar la educación y la comunicación.
Dado que la tecnología es una fuerza vital, el ámbito de la gestión de la tecnología ha surgido para hacer frente a las formas particulares en que las empresas deben acercarse a la utilización de la tecnología en las estrategias de negocios y operaciones. La tecnología es inherentemente difícil de manejar, ya que está en constante cambio, a menudo en formas que no se puede predecir. Gestión de la tecnología es el conjunto de las políticas y prácticas que aprovechar las tecnologías para construir, mantener y mejorar la ventaja competitiva de la empresa sobre la base del conocimiento de su propiedad

La búsqueda de la ventaja tecnológica se resume en dos tipos de actuaciones:
Un esfuerzo multifacético para conseguir la integración de la tecnología en la estrategia general del negocio, y entre la tecnología y las necesidades de los clientes a los que se pretende servir. Un aumento de los esfuerzos para potenciar la tecnología propia recurriendo a un mayor número y variedad de fuentes tecnológicas externas.


Desarrollo de una tecnología. CURVA EN "S".
Globalmente, podemos diferenciar cinco fases o estados diferentes en el desarrollo de la tecnología:
1. Emergente. La tecnología parece prometedora
2. Crecimiento. La tecnología va madurando haciéndose más útil
3. Madurez. Ha alcanzado su nivel de rendimiento adecuado para su incorporación
a todo tipo de proyectos
4. Saturación. No es posible mejorar más su rendimiento
5. Obsolescencia. Tras un periodo en saturación, la tecnología se hace obsoleta Porque el rendimiento comparativo con otra posible tecnología competidora la convierte en perdedora



Todas las tecnologías presentan una curva de desarrollo en forma de “S” en la que con el tiempo (y las inversiones efectuadas) mejora la productividad obtenida en su aplicación. Pero no es sencillo prever el desarrollo de una tecnología en los próximos años y su impacto en los mercados no son sencillas. El caso del comercio electrónico sobre Internet, ahora evidente, no aparecía claramente en las predicciones de hace una década.
Únicamente de las tecnologías obsoletas se conoce perfectamente su “curva en S”. ¡Lo que no es evidente es anticipar el futuro!

TIPOS DE TECNOLOGÍA
Podemos encontrar dos tipos de clasificación, desde el punto de vista de la ventaja competitiva y desde el punto de vista de su utilización en un determinado proyecto de la organización.

Desde el punto de vista estratégico
Tecnologías clave Son aquellas que la empresa domina completamente y que hacen que mantenga una posición de dominación relativa frente a sus competidores en un cierto mercado (sector) y tiempo.
Tecnologías básicas
Son aquellas tecnologías consolidadas que se requieren para el desarrollo de los productos de la organización pero que no suponen ninguna ventaja competitiva porque también son perfectamente conocidas por los competidores.
Tecnologías emergentes
Son aquellas tecnologías inmaduras (posiblemente en las primeras fases de su desarrollo) en las que la empresa que consideramos está apostando como base para constituirse en tecnologías clave si sus desarrollos satisfacen las expectativas puestas en ellas. Se asume con ellas un riesgo elevado.
Desde el punto de vista de un proyecto
Imprescindibles Cuando sin ellas no se puede realizar. Si estas tecnologías no se conocen (o no suficientemente) en la organización deberán adoptarse las medidas adecuadas para incorporarlas a la organización (próxima lección).
Convenientes Cuando el proyecto se realizaría mejor en el caso de disponer de ellas.
Auxiliares Cuando tienen un papel secundario y se puede realizar el proyecto sin ellas. Estas pueden ahorrar tiempo y coste pero afectan poco a las prestaciones del sistema.

SITUACIÓN RELATIVA FRENTE A LAS TECNOLOGÍAS
El esquema representado a continuación muestra un "mapa" de la situación de una determinada empresa frente al recurso tecnológico. Se han representado en el esquema tres elementos complementarios:

El nivel de absorción de una tecnología en la organización (con tres niveles diferenciados: desconocida, conocida y dominada).
La importancia relativa de una tecnología para la realización de un proyecto concreto.
La situación estratégica de la tecnología en la organización desde el punto  de vista de la ventaja competitiva que otorga a la organización considerada.
Podemos ver que se están considerando simultáneamente siete tecnologías diferentes y que, por ejemplo, ninguna de las imprescindibles para el desarrollo de un proyecto es desconocida aunque alguna de ellas (T2) no es dominada y además resulta que es básica y la conocen todos los competidores. Eso supone una situación de “debilidad” que deberá ser corregida como parte de la estrategia de gestión del recurso tecnológico que tenga esa empresa.

Del análisis de este mapa debe surgir una determinada estrategia de la organización para la gestión del recurso tecnológico (de todas las tecnologías implicadas). Ella es la base para la asignación de recursos humanos y materiales.

Dentro de la gestión de la tecnología vamos a tratar los siguientes temas:
Plan de Actuación Tecnológico (PAT)
Diagnóstico Tecnológico.
 Transferencia de Tecnología.

DIAGNÓSTICO TECNOLÓGICO
La gestión de la tecnología se concreta en diversos procesos de toma de decisión basados en la disponibilidad de información actualizada de la situación en la que se encuentra la organización en cuestión y la posición que se desea ocupar en un determinado momento futuro. Este conjunto de decisiones se enmarca en las actividades incluidas en el denominado Plan de Actuación Tecnológica. Para ello, la aprobación de un PAT requiere disponer de un diagnóstico de la situación de partida en lo que se refiere al uso de las tecnologías disponibles (y las que se utilizan por otras organizaciones competidoras o aliadas con la nuestra) en relación con los requisitos de sus clientes y las necesidades de los productos o servicios que se desarrollen, y de unos objetivos definidos teniendo presente el papel de la tecnología como base de la competitividad futura de la organización.
  Determinar la situación en la que se encuentra una organización en lo que se refiere al uso de las tecnologías no depende únicamente de disponer de un conjunto de datos sobre cada una de ellas, sino de la valoración que se puede hacer de ello. Y esta valoración nunca es totalmente objetiva. Todas las tomas de decisión implican un riesgo que debe ser también evaluado.

La valoración de la situación ligada al diagnóstico está en función de tres elementos básicos:
1. La evolución temporal que ha tenido el uso de la tecnología en la empresa
en un determinado periodo (generalmente referido a todas las tecnologías empleadas por la organización).
2. La situación relativa con respecto a los competidores tanto en las tecnologías empleadas (no suelen existir grandes diferencias) como en la forma en la que éstas se utilizan (mejores prácticas de uso).
3. La adecuación a los objetivos concretos relacionados con los productos, procesos o servicios a los que se dedica la organización. Pero conocer con la mejor precisión posible la situación en la que se encuentra una organización (diagnóstico tecnológico) no permite contestar directamente a la pregunta de a dónde quiero llegar en un determinado plazo.
¿QUIÉN REALIZA EL DIAGNÓSTICO?
No es sencillo diagnosticarse a sí mismo. Aunque es evidente que en muchos casos, es la propia empresa la que posee la información adecuada (y en detalle sólo es ella quien puede disponer de esa información) le puede faltar experiencia, conocimiento del contexto, voluntad de introspección o método para llevarlo a cabo de una manera eficiente. Debido a ello, los procesos de diagnóstico tecnológico suelen completarse con el apoyo de organizaciones externas (por ejemplo, consultoras) especializadas y que realizan ese proceso bajo ciertas garantías de confidencialidad para una
Organización concreta. Las administraciones públicas, por otro lado, han deseado impulsar los procesos de diagnóstico tecnológico en organizaciones con menores recursos tecnológicos (por ejemplo, PYME) con el objetivo de robustecerlas tecnológicamente y reducir sus costes de diagnóstico o vigilancia tecnológica. Eso se puede hacer involucrando a las organizaciones empresariales (que en algunos casos actúan independientemente del apoyo de las administraciones) o a determinados organismos públicos de promoción tecnológica creados, entre otras razones para fortalecer la posición tecnológica del tejido industrial.
En España, y referido al sector de las TIC, tanto ANIEL como SEDISI o COTEC son organizaciones empresariales que organizan encuentros, grupos de trabajo, difusión de información etc. para sus empresas asociadas. Por parte de las administraciones públicas el CDTI promueve también esta cultura.
ENFOQUES DEL DIAGNÓSTICO
El diagnóstico tecnológico supone siempre combinar dos enfoques necesarios y
Complementarios:
Enfoques desde las tecnologías
Se adopta la visión de que la evolución de las tecnologías es “independiente” de la de las empresas que la utilizan. Esta es una simplificación de la realidad, porque las empresas generadoras de tecnología tienen muy presente la necesidad de clientes para las mismas (precursores a adoptadores tempranos), y porque las tecnologías deben completarse en su uso (componentes de la tecnología relacionados con el método o el dominio de uso).
Enfoques desde las empresas
En este caso se trata de conocer la forma en la que la tecnología se emplea en una determinada organización o en un conjunto de organizaciones con estructuras o actividades similares. Aunque las situaciones no son directamente extrapolables, cuándo estos procesos son apoyados por organismos públicos se pretende utilizar los resultados de este análisis para un conjunto de empresas similares. Los resultados deben siempre matizarse por información de contexto de sistema de innovación nacional o supranacional en el que se encuentre la empresa (por ejemplo, en el contexto de España, UE, OCDE).
PROCEDIMIENTOS UTILIZADOS
  A continuación se presentan distintos procedimientos utilizados para diagnóstico
Tecnológico, si bien algunos de ellos (como el análisis de mercado y la prospectiva Tecnológica) son también adecuados para establecer los objetivos. Como la situación de las organizaciones puede ser muy diferente (derivado del sector en el que trabajan, del tipo de estructura organizativa, de las tecnologías empleadas y su grado de madurez, etc.),
  Las metodologías deben adaptarse a la situación de cada una de ellas.
Análisis de mercado,  Evaluación de proyectos “Benchmarking”, Prospectiva tecnológica,  Análisis de “cartera tecnológica” Análisis de patentes, Análisis de valor Auditorías tecnológicas, Evaluación ecológica

TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA
En el proceso de diagnóstico tecnológico presentado anteriormente, se ha analizado cómo una organización debe gestionar el recurso tecnológico teniendo presente el estado de las tecnologías que posee y la posible existencia de otras tecnologías competidoras posiblemente superiores. Con ello se definen sus objetivos estratégicos y se elabora el Plan de Actuación Tecnológica.

No obstante, la toma de decisión de que una determinada tecnología Ti debe ser sustituida por otra tecnología, no disponible previamente, o la simple incorporación de la tecnología a la organización, no nos resuelve el problema de conocer cómo se hace eso, ni siquiera que se vaya a tener éxito en el proceso. En   Muchos casos, la adopción de una nueva tecnología culmina en un fracaso porque la nueva tecnología no satisface las expectativas creadas o es rechazada por la Organización. Una vez detectada la tecnología, es necesario también identificar la fuente de la misma. Supongamos que esa fuente implica a otra organización que la posee. Las condiciones del proceso se reducen a determinar el grado de conocimiento objetivo de la nueva tecnología y el papel que jugará en el futuro.

PROBLEMAS EN LA TRANSFERENCIA

El análisis de los problemas encontrados en una organización para adoptar una tecnología (justificación de los fracasos en los procesos de transferencia de tecnología) apunta a tres diferentes tipos de causas:
 Barreras tecnológicas. La tecnología no es adecuada para los problemas
que se pretenden resolver (generalmente hay un exceso de confianza en la misma).
 Barreras organizativas. El proceso de transferencia de tecnología no ha sido adecuadamente planificado o controlado.
Barreras personales. Existe un rechazo de la nueva tecnología o al proceso de adopción seguido que se interpreta como una agresión a la actividad que se viene llevando a cabo (identificada con el uso de la tecnología anterior).
La aplicación de los “remedios” a esta situación se complica por el hecho de que intervienen varios grupos de personas (proveedores de la tecnología, adaptadores y receptores) con una perspectiva diferente del proceso de adopción, e incluso de la tecnología en sí misma. Hace unos años, un grupo de investigadores del MIT Conceptualizaron este problema en función de los denominados “marcos tecnológicos”: cada grupo social ligado a un proceso de transferencia de tecnología  el problema desde su prisma particular (marco tecnológico propio). El Problema es que cuando estos grupos interaccionan (por ejemplo los proveedores de la tecnología con los receptores) también lo hacen sus respectivos marcos Provocando interpretaciones implícitas inadecuadas o asumiendo información que el otro grupo no tiene.
Perfiles de adopción
El enfoque que adoptamos a continuación es el de considerar un proceso de transferencia de tecnología como un tipo especial de proyecto. Ello nos aporta una serie de factores que afectan a la introducción de una nueva tecnología y que sirven para caracterizar a las organizaciones. Aunque podrían ser muchísimos, únicamente consideraremos ocho factores y agruparemos éstos en dos grandes grupos.
Los ligados a la tecnología a adoptar y su relación con la que se está utilizando. o Impacto de la tecnología sobre la organización receptora medida en el número de procesos internos que se van a ver alterados. o Madurez de la tecnología. Estado de desarrollo de la misma. o Adaptabilidad de los componentes tecnológicos. Capacidad de modificar algunos de los componentes de la tecnología por la organización receptora. o Distancia con respecto a la tecnología actualmente empleada. · Los ligados a la forma en la que se ha planificado el proceso de adopción y a las personas que intervienen (factores humanos). o Tipo de gestión. Considera la forma en la que se va a desarrollar el “proyecto” de transferencia de tecnología y el grado de formalización de ese proyecto (fases, controles, etc.) o Actitud de la organización receptora. La actitud del receptor cambia mucho en el caso de que sea una decisión impuesta desde el exterior o surja de una discusión y análisis interno. o Dependencia de los receptores. Este factor está también ligado a los grados de libertad que tiene la organización receptora para aceptar una tecnología. Si la organización receptora es dependiente de los proveedores (supóngase una empresa multinacional en la que  os proveedores pertenecen a la casa matriz y los receptores a una de las filiales).   Presiones para comenzar el proceso de adopción. La urgencia con la que se va a llevar a cabo el proceso de adopción influye decisivamente en el “proyecto de transferencia de tecnología” implícito. Las presiones pueden ser internas o externas. Es posible representar gráficamente los factores de adopción de forma gráfica mediante un “diagrama de Kuwait”. Con ello se obtiene una visión global de la complejidad (dificultad en la realización) del proyecto de transferencia de tecnología.
Diagrama de Kiwiatt.
El área cubierta por el diagrama en un caso concreto nos da una idea de la magnitud del problema. La forma del diagrama nos indica dónde podemos esperar más problemas. Cuanto mayor sea el área más sencillo (o con mayor probabilidad de éxito) será el proceso de transferencia de tecnología.
Algunas de las dimensiones del diagrama (sobre todo las relacionadas con la tecnología) podrían ser objeto de caracterización cuantitativa, pero incluso en estos casos la utilidad es reducida. Esta caracterización es útil a efectos comparativos entre diferentes proyectos de transferencia con el fin de que los gestores puedan planificar las fases más adecuadas.
MODELO DE TRANSFERENCIA DE TECNOLOGÍA

  El proceso de adopción de una nueva tecnología puede considerarse similar a la de cualquier proyecto. Hay que enmarcar el proceso de adopción (una vez caracterizado éste) en algún modelo de referencia para poder planificar y asignar los recursos, especificar lo que se desea, diseñar los diferentes elementos, controlar los riesgos y el progreso, y comprobar si se han satisfecho las expectativas del cliente. No es extraño, por tanto, que se emplee el concepto de modelo de ciclo de vida. Se denomina modelo de transferencia de tecnología. El modelo de transferencia de tecnología es útil como marco de referencia para gestionar proyectos de transferencia de tecnología. A la hora de determinar el modelo más adecuado consideramos tres elementos:

Perfil de adopción concreto. Si el perfil implica la existencia de riesgos en algunas de las dimensiones clave será necesario plantearse un modelo en fases con alguna tecnología intermedia.
 Restricciones de recursos existentes. Tanto humanos como materiales.
Especial atención hay que prestar al marco temporal en el que debe finalizarse el proceso de adopción.
Elementos de control y evaluación requeridos. Mecanismos de validación del proceso de adopción asegurando que existen beneficios concretos en el proceso. Esta situación implica la existencia de “indicadores” que permitan valorar la mejora producida. Destacan dos modelos, el orientado a la adopción de tecnologías maduras y el orientado a inmaduras. Son especialmente útiles porque son muy diferentes y nos permitirá relacionarlos con los procesos y cultura de la innovación en las organizaciones.
Modelo de tecnologías maduras
Modelo de tecnologías inmaduras
Desde el punto de vista de la gestión del proceso de transferencia cualquier modelo debe permitir a los gestores dos cosas fundamentales:
Permitir un control del proceso de transferencia para modificarlo si es necesario. Obsérvese que este objetivo en el caso de un “proyecto de transferencia” es más difícil que en un desarrollo de un producto cualquiera porque el resultado intermedio no es visible.
· Asignar los recursos necesarios para que el proceso culmine en los plazos
previstos. Es importante destacar que si la adopción de la tecnología se produce como parte del desarrollo de un proyecto (es decir, para permitir su realización), el posible retraso afecta también al proyecto en su conjunto.
DIFUSIÓN DE LA TECNOLOGÍA
Se conoce por “difusión” el proceso por el que el uso de una tecnología se expande a lo largo del tiempo en una comunidad de usuarios. Es decir, una vez adoptada la tecnología, es necesario que se transfiera de manera adecuada al resto de la organización. Se distinguen dos procesos:
·   Macro difusión (difusión externa). Difusión de una tecnología en una sociedad.
· Micro difusión (difusión interna). Difusión de una tecnología en una organización determinada. Los modelos de difusión pretenden comprender cómo se realiza ese proceso y explicar por qué históricamente algunas tecnologías se han difundido tan lenta o rápidamente. Se han identificado dos enfoques de difusión diferentes: semilla única y semilla múltiple.
Enfoque de semilla única: o Se identifica un pequeño grupo de usuarios. O La definición sigue círculos concéntricos hasta alcanzar a toda la organización. o El proceso se gestiona de forma muy directa.
Enfoque de semilla múltiple: o Se activan varios grupos de usuarios simultáneamente. o El solapamiento ayuda a la creación de la cultura sobre la tecnología. o Se basa en la difusión informal (gestión débil).
Círculos de difusión
Un esquema de difusión tecnológica se puede representar en círculos que progresivamente van incrementando el número de personas implicadas en el uso y soporte de una nueva tecnología. Se plantean cuatro niveles:
1. Dirección estratégica de la organización con el objetivo que desde el comienzo y durante todo el proceso se cuente con el apoyo de la dirección de la organización al máximo nivel operativo. En algunas empresas existe una “dirección estratégica encargada de varios proyectos de incorporación de tecnología.
2. Grupo de transición con las funciones ya comentadas previamente recuérdese que en su composición intervienen personas tanto de los proveedores como de los receptores).
3. Grupo de desarrollo encargado de la realización de proyectos piloto. Es importante destacar que para los participantes en estos proyectos se trata de un proyecto más (usando alguna tecnología novedosa) sometido a los mismos controles que el resto de los proyectos de la organización.
4. Otros departamentos, tanto internos como externos, que paulatinamente van accediendo a la tecnología. El aspecto cultural sobre el que conviene reflexionar es la “libertad” que se otorga dentro de la organización a cada una de las personas de la plantilla para experimentar en el uso de nuevas tecnologías. Desde luego, el proceso de adopción puede formalizarse pero las personas deben involucrarse en ello. Algunas empresas innovadoras fomentan que el personal de su organización pueda experimentar durante algún tiempo (o durante parte de su jornada laboral) y compensar así las rigideces procedentes de la cultura de la organización en la que se encuentran.
El factor humano
En todo el enfoque de formalización del proceso de transferencia de tecnología expuesto, la existencia de modelos de transferencia, caracterización de los proyectos, etc., no podemos olvidarnos del factor humano. La aceptación de una tecnología concreta puede acelerarse si se acompaña con la presencia de personas ligadas a esta tecnologías y que hayan contribuido a su desarrollo. Con ello se logra no sólo una facilidad de comprensión y de modificación de la misma a los intereses o necesidades concretos de una organización sino contar dentro de la organización con un núcleo de “convencidos” sobre las bondades de la misma.
Para que esto sea factible, es necesario que la organización receptora sea capaz de realizar una gestión anticipativa del recurso tecnológico de tal forma que la captación de recursos humanos con los conocimientos adecuados forme parte de la estrategia de la empresa.
No pocos directivos piensan que la planeación de la tecnología viene después de que la estrategia del negocio ya fue definida y, en casi todos estos casos, sus "estrategias tecnológicas" se limitan decidir si compran la tecnología que creen que necesitan o si mejor la desarrollan ellas mismas...  
Las empresas que manejan la tecnología como algo deberás estratégico, se distinguen de las demás en varios aspectos:   
Tienen muy claro y valoran el impacto de la tecnología en su competitividad
Saben que deben aprovechar el potencial de su tecnología actual para no perder la ventaja que tienen sobre sus competidores
Conocen bien en qué son tecnológicamente competentes y en dónde no lo son.
Tienen a alguien al cuidado cotidiano de los asuntos tecnológicos y que también participa de manera directa en la toma de las decisiones estratégicas
La planeación o planificación estratégica
Es el proceso a través del cual se declara la visión y la misión de la empresa, se analiza la situación externa y externa de ésta, se establecen los objetivos generales, y se formulan las estrategias y planes estratégicos necesarios para alcanzar dichos objetivos.
La planeación estratégica se realiza a nivel de la organización, es decir, considera un enfoque global de la empresa, por lo que se basa en objetivos y estrategias generales, así como en planes estratégicos, que afectan una gran variedad de actividades, pero que parecen simples y genéricos.            .
Efectos de la tecnología en los países latinoamericanos
En los últimos veinte años, la mayor parte de los países latinoamericanos concentraron esfuerzos en el desarrollo de instituciones y creación de mecanismos financieros, principalmente subsidios, para estimular la actividad científica. Asimismo se hicieron esfuerzos para la formación de recursos humanos, menos énfasis fue puesto en el desarrollo de áreas como la consultoría y las ingenierías.
En relación con la importación de tecnologías, las políticas se basaron en la identificación de los efectos negativos ( costos, selección inadecuada, des-estímulo de capacidades locales) asociados a la adquisición de tecnología extranjera. En consecuencia, prevalecieron medidas para el control sobre la inversión, el registro de los contratos de tecnología y el régimen de patentes y marcas.
Argentina, Brasil y México poseen el mayor desarrollo institucional, así como más investigadores, laboratorios y experiencias que otros países de la región. Dentro de la uniformidad que caracteriza a la zona, cada uno de estos países posee algunas modalidades interesantes.
En Argentina, el organismo de mayor jerarquía administrativa es la Secretaría de ciencias y tecnología. Su historia previa, como en otros países, es la búsqueda de un poder político dentro del Estado. Actualmente (desde 1973), esta Secretaría depende del Ministerio de educación. Existe igualmente el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), con funciones de promoción y coordinación y adscrita a la mencionada Secretaría. Sus funciones son:
Orientar y coordinar las actividades de ciencia y tecnología.
Promover proyectos de investigación y desarrollo.
Llevar a cabo los programas de formación de recursos humanos.
Otras organizaciones relevantes son: la Comisión Nacional de Energía Atómica, creada en 1950; la Dirección General de Gestión Tecnológica del Ministerio de la Defensa, la Comisión de Investigaciones Espaciales, y, a nivel regional, una serie de instituciones entre las que destaca la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires.
En Brasil, el país más grande de la región, cuenta igualmente con el mayor desarrollo institucional y más experiencias en campos como la sectorización y regionalización. Destacan tres organismos centrales:
El Ministerio de Ciencia y Tecnología, creado en 1985, y que ha tomado algunas funciones que originalmente correspondían al Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, como es la formulación de políticas, elaboración de planes de desarrollo con énfasis en las nuevas tecnologías y coordinación de los institutos más importantes.
El Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CONADECT), el cual es realmente el ente central del fomento al desarrollo científico y tecnológico. Creado en 1951, fue la primera institución de este tipo creada en América Latina.
La Financiadora de Estudios y Proyectos (FINEP), creada en 1967 y originalmente adscrita al Ministerio de Planificación. Bien dotado desde el punto de vista presupuestario, financia proyectos científicos y tecnológicos, estudios de pre-inversión, actividades de consultoría y formación de recursos humanos en áreas definidas como prioritarias para el país.
El caso de México es igualmente interesante. A partir de 1985 el organismo de máxima jerarquía es la secretaría de programación y Presupuesto, cuyas responsabilidades consisten en la formulación de las políticas nacionales de ciencia y tecnología y en garantizar el cumplimiento del Programa Nacional de Desarrollo Tecnológico y Científico (PRONDETYC).
El segundo organismo nacional en jerarquía es el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), creado en 1970, y hasta 1985 el organismo más importante del sistema. Al CONACYT le corresponde la formulación y la ejecución del Programa Nacional de Desarrollo Tecnológico y Científico, promover la coordinación del sistema nacional de ciencia y tecnología, diseñar programas de investigación y desarrollo tecnológico y asesoramiento tanto a la Secretaría de Programación y Presupuesto como a otros entes del sector público en materia de ciencia y tecnología.
En las últimas décadas se ha prestado atención al problema del financiamiento del desarrollo tecnológico y aquí juega un papel importante el Fondo Nacional de Equipamiento Industrial (FONEI). Este posee fondos para actividades tan diversas como pre-inversión, capital de trabajo, adaptación de tecnologías, desarrollo tecnológico y comercialización de nuevas tecnologías.
TECNOLOGÍA COMO FACTOR DE DESARROLLO INTEGRAL. Y COMO INFLUENCIA EN CADA UNA DE ESTAS ÁREAS ECONÓMICO, POLÍTICO, CULTURAL, SOCIAL.
Desde los primeros tiempos de la agricultura o desde fines de la Edad del Hierro, la cultura humana ha tenido una tecnología, es decir, la capacidad de modificar la naturaleza en un grado u otro. Se considera que la tecnología proporciona estimables beneficios a corto plazo, aunque a largo plazo han engendrado graves problemas sociales. Algunos autores consideran que los problemas que ha generado la tecnología son indirectamente provocados por la ciencia, ya que si no contáramos con los avanzados conocimientos científicos, no tendríamos una tecnología tan adelantada.
Los beneficios que trae consigo la tecnología moderna son muy numerosos y ampliamente conocidos. Una mayor productividad proporciona a la sociedad unos excedentes que permiten disponer de más tiempo libre, dispensar la educación y, de hecho, proseguir la propia labor científica. Todos nosotros necesitamos alimentos, vivienda, ropa, etc. Cuando quedan satisfechas esas necesidades básicas y la tecnología empieza a proporcionar beneficios cada vez más triviales, es cuando surgen esencialmente los problemas.
Si consideramos la situación actual de los países desarrollados, vemos que la gente o parece más feliz que en el pasado, y a menudo tampoco tiene mejor salud. Los desechos ambientales que produce la tecnología han creado nuevas formas de enfermedades y fomentado otras. El propio trabajo es hoy más monótono y decepcionante. El ser humano necesita realizar algo que estimule su cerebro, su capacidad manual y también necesita variedad.
La industria de base tecnológica ha dislocado la familia. Por ejemplo, el hecho de tener que dedicar mucho tiempo al transporte separa a menudo a un padre de sus hijos. La sociedad tecnológica tiende también a separar a la madre del niño pequeño. La facilidad de las comunicaciones incita a los hijos a irse muy lejos, y la familia ampliada a dispersarse más. Además de todo esto, a consecuencia de todo esto, se debilita la transmisión cultural de las técnicas (por ejemplo, la cocina, la educación de los niños, etc.) y los pedagogos tienen que intentar colmar esta laguna.
Normalmente, las sociedades están integradas por grupos coherentes en las cuales se reconoce la identidad personal y se ejercen presiones para coartar los actos antisociales. Si están demasiado aislados, estos grupos se vuelven opresivos. En un primer momento, los efectos de la facilidad de las comunicaciones parecen beneficiosos, porque liberan a la gente de las presiones locales, pero al persistir esta tendencia, se quedan a menudo aislados.
Es indudable que la tecnología ha servido para que las guerras sean mucho más calamitosas todavía, ya que afectan a todo el mundo, y no solamente a los civiles sino también a los neutrales y a los pueblos primitivos. La violencia y la delincuencia también se deben simplemente a la tecnología; por lo que podríamos considerar la tecnología como uno de los problemas más grandes de la sociedad actual, ya que la delincuencia es uno de los problemas más abrumadores y que más afecta a la sociedad actual.
Tecnología nacional
La sociedad venezolana se desenvuelve ligada en determinado grado a la evolución de la ciencia y la tecnología, esto es, requiere de la incorporación de los resultados obtenidos por la investigación científico-tecnológica a fin de poder marchar dentro del tipo de desarrollo que tiene trazado. Nuestro problema de estudio es determinar cuál es el papel que juegan la ciencia y la tecnología nacionales en relación con otras actividades socio-económicas y a la sociedad global. Para llegar a ciertas conclusiones se parte de la idea de que la ciencia y la tecnología nacionales tienen una posición, una función y una significación, derivadas de la situación global del país. Es decir, se piensa que el tipo de relaciones que se establecen entre la actividad científica y otras actividades sociales impiden o limitan el desarrollo de la ciencia y su incorporación en la sociedad.
 

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